Cuando llevas tantos años como conductor de aplicaciones, todos los días te llenas de nuevas anécdotas. La mayoría suelen ser viajes normales, pero hay muchos otros que se te quedan en la memoria. Después de 9 años he tenido pasajeros de todo tipo, con historias a veces hasta difíciles de creer.
Les voy a contar algunas que son las que más recuerdo:
1. El abuelo nostálgico que me enseñó sobre la vida
Un fin de semana cualquiera, me llegó un viaje de Don Manuel, un señor de 84 años. Al recogerlo, inicia la plática diciendo que va camino a la boda de su nieta y continúa contándome algunas anécdotas de su vida y cómo conoció a sus esposa, lo cual me gusta, porque muchas veces se hacen los viajes más amenos y te olvidas un poco del tráfico de la ciudad.
En un punto de la conversación me dijo una frase que se me quedó grabada: “La vida es como manejar en carretera: a veces tienes curvas difíciles, pero si no te detienes, siempre encuentras un camino hermoso”
Me dejó reflexionando algunos días sobre la importancia de disfrutar el viaje, no solamente el destino. Y esto aplica para todo.
2. La sorpresa del pasajero cantante
Un día entre semana en horario godín, un joven pidió un viaje y al llegar por él, tenía una guitarra. Ya en el trayecto le pregunté si sabía tocar o estaba aprendiendo, a lo que me respondió que estaba practicando para pedirle matrimonio a su esposa y me preguntó si quería escuchar,a lo que le dije que sí y el chico tocó una balada romántica que me gustó mucho.
Es muy curioso cómo a veces solo basta una canción para alegrarte la mañana y comenzar el día con energía.
3. La señora que me hizo de consejero
Una noche lluviosa recogí a una pasajera, ella estaba llorando. Parecía haber tenido un día difícil y necesitaba desahogarse. En el trayecto me contó los problemas que tenía en su trabajo y cómo se sentía estancada.
Uno como conductor no es psicólogo, pero al tratar con tanta gente aprendes a escuchar y a dar palabras de ánimo, y es justo lo que hice. Al concluir su viaje la chica ya se veía más tranquila, me agradeció y me dijo: “Gracias, necesitaba que alguien me escuchara hoy. Usted no solo es un conductor, es un ángel en el camino.”
Recibir ese tipo de comentarios es muy gratificante, honestamente me agrada poder ayudar y conectar con la gente.
4. El cliente con un final inesperado
De muchos viajes, este es uno de los que más me sorprendió. Recogí a un joven bastante nervioso, que llevaba una caja con él. A medio camino hizo una llamada algo ansioso, preguntando si habría alguien para recoger el paquete, en este punto yo ya estaba algo alerta.
Al llegar al destino, me pidió ayuda para bajar paquete y accedí con algo de dudas.
Al bajar la caja se abrió un poco y pude ver lo que había adentro… Y era un pequeño cachorrito con un moño jajaja. Resulta que era una sorpresa de cumpleaños para su hermana.
Me encantan los perros y este cachorro nos dejó a ambos sonriendo y con una buena anecdota.
5. El trayecto que me conectó con mi ciudad
Uno de mis viajes favoritos fue por el destino al que me llevó. Un día recogí a un chico que resultó ser un artista urbano, su viaje fue hacia un mirador que no sabía que existía y es muy poco conocido.
Cuando llegamos me interesó su trabajo, y me invitó a quedarme un rato mientras él practicaba.
Desde entonces, cada que tengo ratos libres o ya estoy cansado, me doy un break para ir a ese mirador y relajarme. Gracias a este trabajo he podido conocer lugares muy interesantes.
Reflexiones después de miles de kilómetros.
Todos estos años me han hecho entender que ser conductor no solo es llevar a la personas de un lugar a otro, sino que de alguna manera eres parte de muchas historias de diferentes vidas. Ahora cada viaje lo veo como una oportunidad de aprender algo nuevo, de conectar con nuevas personas o simplemente de llevarte un poco de la historia de los demás.
Como consejo les podría decir que no subestimen el poder de una conversación, muchas veces podemos cambiar el día de una persona e inclusive el nuestro sin darnos cuenta.
Conducir durante 9 años me ha enseñado que las personas hacen que este trabajo valga la pena. Porque más allá de los kilómetros recorridos, lo que realmente importa son los momentos que coleccionas en el camino.
¿Y tú? ¿Cuál ha sido tu historia más memorable detrás del volante? Escribela en los comentarios. 👇
3 respuestas
eyyy, pasa ubi del lugar donde te tomas tu break, eres de la ciudad de méxico? 🤔
Cada pasajero es una experiencia totalmente diferente. Es lo bueno de este trabajo, siempre aprendes algo nuevo de las personas.
Es algo inesperado que encontré haciendo este trabajo, sí me ha pasado que hay días en los que me toca levantar a la gente y darle un poco de ánimo y en ocasiones también he conectado con personas que me han escuchado cuando no la estaba pasando también, creo que es un extra tanto para nosotros como para el pasajero